¿Quién quiere ser Millonario?

Te invito a parar un momento y dedicarte a mirar con atención tus múltiples riquezas.

Estás sentado en una silla, y apoyado en una mesa. Tal vez leyendo esto en un celular de lujo. Hoy contaste con un desayuno, y no dudas que almorzarás y que también cenarás. Mañana ni pasado lo dudas. La comida forma parte de tu vida.

Tal vez estás caminando mientras lees. Estás tan seguro que nada te pasará, que te atreves a dejar de mirar la calle. Estás tan seguro que tus dos piernas sanas te llevan, que los diez dedos de tus manos se mueven, que te das el lujo de olvidar su presencia.

Tu cuerpo está sano, más allá de una que otra maña, y si quisieras, puedes probar sus límites con algún deporte que te plazca, o simplemente caminando sin rumbo.

Tus sentidos están saludables, y si alguno te falta, aprendiste a seguir viviendo en compensación. Tienes una capacidad innata de adaptarte, porque la Vida es más fuerte, incluso más fuerte que tus quejas y resistencias.

Cuentas con tecnología para acercarte a gran parte de los lugares que necesitas, y comunicarte rápidamente con quien desees, en cualquier parte del mundo. Puedes acceder a muchísimo conocimiento, en muchos idiomas, con un par de teclas y electricidad. Incluso, si te lo propones, podrías aprender la habilidad que quisieras, transformando esta información con disciplina.

Vives en Chile, un país muy joven e inexperto, abusado y maltratado por el poder, pero que está alejado de bombas, terrorismo, secuestros masivos. No caminas por la calle pensando que vas a morir en manos de extremistas. Tienes mar, tienes montaña. Tienes bosque y desierto, hielos, altiplano. Y tienes terremotos, que nos obligan a flexibilizarnos lo máximo posible.

A lo mejor tienes hijos, y con todas las peleas que implica criarlos, ellos están sanos, creciendo, y por sobretodo te quieren y necesitan. A lo mejor tienes una pareja, y estar con esa pareja te ayuda a crecer todos los días. A lo mejor tienes mascotas, plantas, y todos ellos sacan lo mejor de tus habilidades de empatía, cuidado y amor. A lo mejor tienes familia, y con todas sus fallas actúan como verdaderos maestros para tí.

Quizás siendo niño, tenías sueños y talentos. La amargura y la dificultad de los años fue echando a la bodega estos instintos. ¿Qué estás esperando para tomar estas riquezas y recuperar tu verdadera motivación para vivir?

Cariños,

Pili.- (consulta@pilarnavarro.cl)

Foto: Calvin and Hobbes de Bill Waterson.